La economía de La Solana siempre ha estado vinculada a la agricultura. La trilogía mediterránea, vid, olivo y cereal, han configurado el sustento económico durante siglos. El desarrollo de un fuerte sector primario implicó la aparición de una agroindustria vinculada a la elaboración de productos agroalimentarios como el vino o el aceite. Pero el peso industrial de La Solana también ha estado marcado por una importantísima industria de hoces que durante el siglo XX convirtió la ciudad en la "Barcelona de La Mancha". De hecho se siguen exportando hoces a todo el mundo . La industria del textil aún mantiene su presencia en la economía solanera aunque, debido al incesante proceso de deslocalización industrial, el número de empresas y especialmente trabajadoras ha descendido drásticamente. Otro sector con gran peso en la economía de la ciudad es la construcción. Este sector aglutina un alto porcentaje de la población activa. Sin embargo se ha visto azotado por la actual coyuntura económica desfavorable con un carácter cíclico. El sector servicios, por su parte, está en continuo crecimiento al igual que el aumento de la atención social que ha ido alcanzado importantes cotas en la ciudad convirtiéndo a La Solana en un referente en la región.
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