Descripción
La ruta propone un recorrido por la Cañada Real Soriana en ambos sentidos, atravesando la llanura manchega occidental y desplazándose por la cuenca aluvial del río Guadiana y dos de sus afluentes como son el Gigüela y el Azuer.
El itinerario parte de la plaza del ayuntamiento de Villarta, por el camino denominado Cañada Real de Ganados que conduce al cruce de la carretera local de Arenas a Villarta, para continuar por el camino que parte justo al frente.
A la altura del kilómetro 7,7 hay que atravesar la carretera CR-2032 de Arenas a Manzanares para seguir de frente. Tras cruzar el camino de Los Ladrones, el camino avanza por la hoya de Zamarugo para adentrarse en atractivos manchones de la primitiva vegetación de encinares, sotobosque y matorrales.
Tras atravesar este tramo, hay que girar a la derecha y continuar en dirección a la carretera nacional de Badajoz a Valencia, entre Daimiel y Arenas de San Juan. Aquí se ha girar a la izquierda en dirección a Daimiel y caminar por la misma durante un kilómetro, desviándose posteriormente por el camino que sale a la derecha. Éste, paralelo a la carretera, desciende al paraje de los Ojos del Guadiana.
Los Ojos del Guadiana son zonas de surgencias por donde resurgían las aguas infiltradas a lo largo de la llanura. Gracias a estos rebosaderos se formaba la corriente de un nuevo Guadiana al que se unirían los aportes del Azuer. Cuando confluye, muy cerca de aquí, con el río Cigüela, se constituye una de las áreas de encharcamiento y uno de los humedales más interesantes del territorio peninsular, de gran valor ecológico, conocido como las Tablas de Daimiel.
Dejando atrás los Ojos y descendiendo por la derecha, hay que girar a la izquierda por la carretera local de Manzanares a Villarrubia de los Ojos. En el kilómetro 15,8 se vuelve a cruzar la carretera nacional de Badajoz a Valencia para continuar por la carretera local de Manzanares a Villarrubia de los Ojos y coger la vía pecuaria denominada cañada del Carrerón.
En el kilómetro 24,2 se atraviesa la carretera de Daimiel a Manzanares para seguir avanzando por la vía pecuaria que conduce al río Azuer. Tras pasar por un pequeño puente, se abandona la cañada del Carrerón para visitar el monumental yacimiento arqueológico de la Motilla del Azuer.
La Motilla del Azuer es uno de los yacimientos arqueológicos más espectaculares de la cultura de la Edad del Bronce, asociada a los cursos fluviales de estos ríos. Los poblados como éste, característicos de la llamada cultura de las Motillas, se disponen alrededor de una construcción fortificada en torno a una torre central reforzada por muros y rodeada por otros recintos amurallados concéntricos, con pasillos interiores y rampas de acceso. Lo que más sorprende de esta motilla es su gran patio, orientado hacia el Este, y que acoge una gran construcción hidráulica.