Según las Relaciones Topográficas mandadas realizar por Felipe II, Argamasilla de Alba se funda en su actual emplazamiento entre los años 1531-1535. En dicho documento también nos informan de dos intentos previos que fracasaron, uno en la Moraleja (1515) y otro en el cerro Boñigal, cerca del sitio que dicen de los molinos de Santa María (en un momento impreciso entre los años 1515-1531).
La nueva población recibió la denominación de Argamasilla de Alba, y no de San Juan como por otra parte hubiera sido lo lógico, en honor a su fundador, Don Diego de Toledo, Prior de la Orden de San Juan y perteneciente a la Casa de Alba. La nueva población quedó bajo la jurisdicción de la bailía de Alcázar. Desde un principio contó con el título de villa y las prerrogativas que ello conllevaba, si bien una progresiva pérdida de éstas, llevó a sus pobladores a solicitar le fuera de nuevo otorgado el privilegio de villa, el cual le fue concedido definitivamente por Felipe III en 1612.
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Argamasilla de Alba: