Descripción
Iglesia Parroquial de San Carlos Borromeo
La Iglesia Parroquial de San Carlos Borromeo es el principal templo de Las Labores y eje de su historia religiosa y urbana. Ubicada en la Plaza Mayor, resume tres fases esenciales: una primera ermita del siglo XVII, un templo parroquial construido en 1819 bajo patrocinio del infante Carlos María Isidro de Borbón y la iglesia actual, erigida hacia 1950 y también dedicada a la patrona local, Nuestra Señora del Sagrario.
Orígenes: ermita del siglo XVII
Las primeras referencias hablan de una pequeña ermita levantada alrededor de 1650, cuando Las Labores era aún una aldea dependiente de Arenas de San Juan. Dedicada a Nuestra Señora del Sagrario, surgió por iniciativa de campesinos de Herencia asentados en la zona y marcó el origen del núcleo poblacional y de su futuro espacio religioso.
Templo de 1819 y nacimiento de la parroquia
En 1819 comenzó la construcción de una nueva iglesia en la plaza del pueblo, financiada en parte por el infante Carlos María Isidro de Borbón, gran prior de la Orden de San Juan. En reconocimiento, el templo tomó la titularidad de San Carlos Borromeo. Ese mismo año, el 15 de agosto, se instituyeron oficialmente los sacramentos en la nueva iglesia, constituyéndose así la parroquia y avanzando en el proceso de emancipación eclesiástica que culminaría con la independencia municipal de 1843.
Iglesia actual de mediados del siglo XX
La iglesia histórica fue reemplazada por el edificio actual, construido entre 1948 y 1950 dentro del estilo oficial de la posguerra española. La obra se realizó como cumplimiento de una promesa a la Virgen del Sagrario por el matrimonio formado por Leandro Ángel Díaz-Pavón y Romero-Mayorga. Presenta planta rectangular de unos 10 metros de ancho por 35 de largo, con nave central flanqueada por dos naves laterales y elementos de inspiración herreriana propios del franquismo.
Función religiosa y patrimonial en la actualidad
Hoy es el centro de la vida litúrgica de Las Labores, sede de misas, sacramentos y celebraciones en honor a Nuestra Señora del Sagrario y San Isidro Labrador. Forma parte de las rutas patrimoniales del Alto Guadiana y la Mancha Húmeda, siendo un símbolo del paso de aldea dependiente a municipio autónomo con identidad propia.