La Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda: Un Mosaico de Naturaleza y Cultura: Un Territorio de Equilibrios
La Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda reúne un conjunto único de humedales continentales cuya localización, relieve, suelos, geología y régimen hídrico han dado lugar a hábitats, especies y paisajes de gran valor dentro de la ecozona Paleártica, y prácticamente irrepetibles en el resto de España.
Las Reservas de la Biosfera de la UNESCO buscan unir conservación y desarrollo sostenible. La Mancha Húmeda, declarada en 1981, es un territorio marcado por la tensión entre la ambición humana y la fragilidad del agua. Su paisaje, modelado por escasez hídrica y explotación del Acuífero 23, refleja adaptación, crisis y retos globales de gestión sostenible.
Medio Físico: El Sustrato de un Ecosistema Único
Una llanura semiárida que contiene un archipiélago de humedales dependientes de un equilibrio hídrico delicado. Su geografía, geología y clima explican la diversidad de ecosistemas acuáticos.
Geografía y Clima de la Llanura Manchega
Terreno casi horizontal, 600-700 m de altitud y drenaje mínimo que favorece inundaciones. Clima continental con extremos térmicos (-15 ºC a 40 ºC) y lluvias escasas (400 mm/año), que regulan los ciclos de agua en los humedales.
Geología y Tipología de Humedales
La Mancha Húmeda se asienta sobre una amplia cuenca sedimentaria conectada directamente con el Acuífero 23, el gran reservorio subterráneo que alimenta buena parte de sus ecosistemas. Sobre este sustrato se forman tres tipos principales de humedales:
- Humedales fluviales o “tablas”, generados por los desbordamientos de ríos de curso lento como el Guadiana o el Gigüela, que crean extensas zonas de inundación estacional.
- Humedales endorreicos, lagunas salinas sin salida fluvial donde la evaporación intensa concentra las sales del suelo, originando ambientes de elevada salinidad y especies muy especializadas, es decir, adaptadas a condiciones extremas que solo se dan en estos humedales salinos.
- Humedales kársticos, representados por el sistema de Ruidera, donde los travertinos formados durante milenios actúan como barreras naturales que encadenan sus quince lagunas.
Medio Natural: Biodiversidad y Hábitats
La reserva destaca por su excepcional biodiversidad, siendo un enclave estratégico para la avifauna debido a su ubicación en las principales rutas migratorias.
- Vegetación Acuática: Ecosistemas dominados por carrizales, masegares, espadañares y juncales, complementados por formaciones arbóreas como tarayales, saucedas y alamedas
- Avifauna: Estos hábitats albergan una concentración masiva de aves acuáticas, incluyendo:
- Azulones
- Malvasías
- Porrones
- Somormujos
- Flamencos
- Cercetas
- Garzas y garcillas
- Estepas y Lagunas Salinas: Constituyen un hábitat único para especies de avifauna especialmente sensibles. Albergan una notable flora halófila (adaptada a la sal), con especies como la Salicornia y los limonios, que son de gran interés para botánicos y zoólogos.
Ecosistemas Acuáticos Clave
La reserva se articula en torno a tres tipos principales de humedales:
1. Tablas y Lagunas Fluviales:
Tablas de Daimiel: Considerada la superficie de inundación más representativa de la llanura manchega. Su característica geomorfológica principal es una "llamativa horizontalidad". Acoge una gran variedad de flora y fauna, con especial mención al ánade friso y el pato colorado.
2. Lagunas Fluviales de Ruidera:
Ubicadas en el valle del Alto Guadiana, en el páramo del Campo de Montiel.
Se originaron por el represamiento natural de las aguas del río mediante una sucesión de barreras de toba (roca caliza porosa).
El páramo circundante está cubierto por encinares, sabinares, romerales y tomillares.